Karekare
En Karekare se meterán en el papel de las tribus de aves antropomórficas polinesias que llegan a la isla que hoy conocemos como Nueva Zelanda. Este juego les propondrá colonizar el territorio y asegurar que su gente tenga acceso a los lugares más ricos y habitables de la isla. La playa de Karekare es el paraje al que llegas después de un largo viaje por mar. El sitio en el que deben amarrar su canoa y empezar a descubrir el rico paisaje que se despliega ante la vista de tu tribu. El viaje por mar ha sido agotador, pero un futuro prometedor les aguarda. El juego, diseñado por Muntsa Corbella y Gustavo Mariano, e ilustrado por Óscar Martin y Miguel S. Babiano, es una propuesta estimulante tanto en la forma como en el fondo.
La espectacularidad de sus componentes y el hecho de ser un juego accesible, pero profundo a la vez, lo convierten en una muy buena opción para que jugadores con experiencia puedan disfrutar de un tiempo en común con gente que está empezando en el apasionante hobby de los juegos de mesa modernos. La partida de Karekare discurre a lo largo de tres eras, en las que los jugadores irán robando una serie de losetas de una zona común y colocándolas unas junto a otras sobre la mesa. Dependiendo de las losetas con las que quede en contacto la que acabamos de poner, esto pondrá en marcha ciertos aspectos del juego.
Por ejemplo:
Podremos plantar boniatos (que es lo que se comía principalmente ahí en esa época), controlar zonas de mares o lagos, y dominar colinas o bosques para obtener recursos. Pero cuidado, porque mediante un buen uso de las acciones podemos llegar a conquistar los recursos generados por los demás jugadores. Es muy importante prestar atención a los espacios que van quedando libres durante el juego, y proteger nuestras losetas más preciadas antes que otro jugador pueda arrebatarnos el control. De este modo, el juego nos ofrece un nivel de interacción importante durante toda la partida, sin llegar a ser un título que fomente el mal rollo entre los jugadores.
La acción fluirá turno a turno, y las acciones que tomemos y los lugares que terminen bajo nuestro control nos irán generando Maná. Finalmente, la tribu más honorable será la vencedora de la partida. El juego de Karekare, además, nos relata la historia de la isla a través de sus habitantes más emplumados. Hemos tomado como base para nuestras tribus inventadas los pájaros autóctonos de Nueva Zelanda: el pingüino de Fiordland, el moa, el kiwi y el kakapo. Estas especies están en peligro extinción, por eso desde Devir hacemos que los jugadores sean conscientes de su existencia y se involucren en su conservación.
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